Hablamos con AFA ALCOY sobre el cierre
de los centros.
Susana Párraga, Directora de AFA ALCOY:
¿Qué
ha supuesto a nivel organizativo el cierre de los Centros?
A la Asociación de Alzheimer
de Alcoy y Comarca a nivel organizativo el cierre ha supuesto la suspensión
de la actividad de Centro de Día y de los programas de Fin de Semana, programa
de Estimulación cognitiva a domicilio y programa de Fisioterapia a domicilio.
Hemos realizado un ERTE que ha afectado a 15 trabajadores y hemos reorganizado
los RRHH reforzando la plantilla en activo de la residencia Centro de Respiro “Solroja”.
También hemos puesto en práctica nuevas formas de trabajo como el
teletrabajo. Y para hacer más llevadera esta crisis a las familias en los
domicilios hemos cambiado nuestra forma de trabajo, realizado un seguimiento
activo del estado de los usuarios por teléfono proporcionándoles recursos y
propuestas de actividades para realizar en casa a través de la página web de la
Asociación, envío por whatsapp, correo electrónico y ofreciendo servicios de
estimulación online.
El cierre también ha supuesto una merma importante de ingresos
económicos de las plazas privadas.
¿Qué
mecanismos habéis implantado para atender a las familias?
Hemos realizado un seguimiento telefónico activo del estado de los
usuarios que están en los domicilios. Les hemos ofrecido asesoramiento e
información sobre qué tienen que hacer. Les hemos enviado posters con recomendaciones
sobre prevención de caídas en el hogar, así como recomendaciones sobre paseos en
la fase de desescalada. Les hemos enviado manuales de actividades para trabajar
y videos con tablas de ejercicios y rutinas realizados por la fisioterapia para
realizar en los domicilios. Y hemos puesto en marcha un programa vía online que
les lleva a casa los servicios de atención y estimulación cognitiva para las
personas con deterioro cognitivo leve-moderado en el que se trabaja la memoria,
la atención, razonamiento, orientación, lenguaje, praxias (movimientos
coordinados), gnosias (reconocimiento y funciones ejecutivas).
¿Qué
os trasladan las familias? ¿Cuáles son sus preocupaciones?
El hecho de que la persona con alzhéimer asista de forma regular a
un centro de día le dota de una estructura muy consistente a su día a día, así
como al cuidador principal. Ahora se ven ambos confinados en el domicilio ya
que en algunos casos conviven también con otros familiares. La diversidad de
escenarios es muy amplia y, por tanto, también lo es la necesidad de contar con
más o menos recursos externos. Por ejemplo, en muchos casos, por el grado de
dependencia de la persona con alzhéimer o por las limitaciones por edad o salud
del cuidador principal, se ha precisado del servicio de atención domiciliaria (SAD)
Las familias están pasando por una situación muy difícil con una
sobrecarga física y emocional ya que se ven ante un reto añadido en la
cobertura de necesidades de su ser querido ya que se ha producido un cambio radical
en sus rutinas habituales.
En cuanto a las preocupaciones, destaca el retroceso en el
bienestar de las personas con Alzheimer. Las terapias que reciben en el Centro
de Día les ayudan a mantener ciertas capacidades y tener mejor calidad de vida.
En estos momentos la mayoría tienen muchas ganas de que se reanude la actividad
en centro de día ya que están sufriendo aumento de estrés por los problemas de
conducta y de deterioro cognitivo acelerado en las personas con Alzheimer y la
larga duración de la reclusión.
También es
verdad que un % muy bajo tienen miedo a volver.
¿Qué
es lo que más le preocupa a la Dirección del Centro de la presente situación?
¿Qué medidas económicas y laborales habéis tenido que tomar para garantizar la
continuidad de vuestros servicios?
Me preocupan muchos temas, principalmente la seguridad y salud de
los trabajadores y usuarios de la Asociación.
La incertidumbre de no saber cómo será la vuelta a centro de día y
la inversión económica que conlleva la reapertura del centro. Hay que adaptar
los centros a la nueva situación con disminución de usuarios para cumplir el
distanciamiento social y eso supone un incremento en gasto para medidas de prevención
y protección: EPI´s, formación del personal, bajas del personal vulnerable y
una merma de ingresos económicos.
Me preocupan los ERTES, si coincidirá el fin de los ERTES con la
reapertura del Centro.
Me preocupa la mala imagen de las residencias ya que hemos sido
duramente golpeadas estos últimos meses por asumir responsabilidades que no son
competencia nuestra. Esta situación nos ha llevado a realizar un esfuerzo
titánico ya que nosotros no curamos, si cuidamos.
Me preocupa el plan de desescalada de las visitas, los reingresos
y las salidas en la residencia “Solroja”.
En cuanto a medidas económicas hemos realizado un gasto importante
en medidas de protección para la residencia y en el programa de fisioterapia a
domicilio que hemos iniciado. Comprando equipos de desinfección, mamparas de
protección para las oficinas, productos de limpieza y desinfección, EPI´s.
Y en cuanto a medidas laborales hemos realizado un ERTE que ha
afectado a 15 trabajadores y hemos reorganizado los RRHH reforzando la plantilla
en activo de la residencia “Solroja”: incrementando las horas de la limpieza,
incrementado las horas de un auxiliar de apoyo durante toda la semana. También
para evitar bajas y lesiones musculoesqueleticas de los trabajadores en activo,
se puso en marcha un servicio de fisioterapia para los profesionales y un
servicio especial de apoyo psicológico.
En definitiva, un brutal incremento de los costes sociales y de
servicio que pone en grave situación la viabilidad de nuestros servicios.
En definitiva, las circunstancias están siendo muy complicadas y
tenemos una preocupación extrema por la viabilidad económica de la Asociación y
la continuidad de sus servicios.
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